El fútbol se hunde en un barrizal

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Cacereño y Albacete empatan a cero en un campo enfangado sin apenas juego ni ocasiones
Ni el CP Cacereño ni el Albacete Balompié tuvieron ayer la menor opción de ofrecer algo de espectáculo en el barrizal en el que se ha convertido el estadio Príncipe Felipe. El empate a cero fue el resultado lógico -y justo- en un duelo condicionado por un terreno de juego impracticable, donde solo había posibilidad de crear peligro a balón parado o aprovechando los resbalones de los rivales.La visita del Albacete, a priori una de las más atractivas de la temporada, no fue más que una serie de balonazos arriba y de intentos de no meter la pata en defensa, alejados de cualquier atisbo de fútbol mínimamente atractivo. En esas condiciones cualquiera podría haberse llevado la victoria en alguna acción aislada, pero el reparto de puntos sin goles era en definitiva lo más apropiado para una situación así.

Se sabía de antemano que el campo iba a estar mal. Ya lo estuvo contra el Cádiz y contra el Málaga, aunque esos dos días aún era posible jugar con un mínimo control. Ayer no, porque las últimas lluvias han enfangado el terreno de tal manera que cualquier intento de llevar la pelota controlada o pasarla por abajo estaba abocado al fracaso.

Así las cosas los dos equipos se dedicaron a buscar acciones favorables a balón parado lo más cerca posible del área contraria, o como máximo a intentar penetraciones por banda que permitiesen colgar algún centro a la zona de peligro. Lo consiguieron pocas veces, si acaso alguna más el Albacete, que al menos obligó a Fuentes a un par de buenas intervenciones, mientras que el Cacereño no tiró entre los tres palos en los 90 minutos.

Julio Cobos volvió a poner de inicio a los mismos diez jugadores de campo que habían sido titulares contra el Cádiz y el Málaga, además de al portero Fuentes, que jugó pese a estar recuperándose de una gastroenteritis. En el Albacete Antonio Gómez dejó fuera a Tete ante la evidencia de que el campo no estaba para un jugador de sus características, aunque sí fue titular Rocha, quien recibió el cariño de la inmensa mayoría de la grada en su regreso al Príncipe Felipe, sobre todo cuando fue ovacionado al ser sustituido en el segundo tiempo.

Entre las pocas ocasiones que hubo cabe destacar sobre todo las que protagonizó Martins, el hombre más peligroso de los visitantes. La más clara fue un cabezazo que se colaba junto a la basen del palo y que Fuentes llegó a despejar con muchos apuros mediada la segunda parte.

Matías Saad y Chapi

Por parte del Cacereño fue en los minutos previos al descanso cuando quizás mereció algo más en un par de ocasiones de Matías Saad. Luego ya apenas inquietó la portería albaceteña más allá de algunas acciones puntuales en las que casi siempre participaba Chapi. Un disparo suyo a la media vuelta que salió cerca de la escuadra fue de lo más vistoso del partido.

Este empate deja al Cacereño décimo en la tabla con 16 puntos, tres por debajo de unos puestos de playoffs en los que sigue sin lograr entrar el Albacete. Después de dos partidos seguidos en casa en los que ha sacado cuatro puntos ante el Cádiz y el Alba -además del de Copa con el Málaga-, en la próxima jornada le tocará jugar fuera. Será el sábado a las 17.00 horas en el campo del Écija, que ha empatado con el Cacereño en la clasificación después de vencer ayer a domicilio por 1-2 al UCAM Murcia.

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