El cuadro pacense cayó en todas sus visitas en lo que va de temporada, la última en Puente Genil
El pasado sábado el Escubal partía hacia Sevilla con la intención de superar al Puente Genil y romper el maleficio de no haber ganado un solo partido en la carretera. No pudo ser. Caras largas de nuevo en el autobús de regreso porque el cuadro andaluz se había impuesto 28-25. Al menos el marcador demuestra que los pacenses compitieron, cosa que no había ocurrido en anteriores ocasiones. Pero, compitiendo o no, lo cierto es que ganar un partido lejos de La Granadilla se ha convertido en una quimera para el conjunto pacense. Preguntado sobre ese último partido, el técnico argumenta que errores propios están detrás de una derrota que parecía más clara al descanso, cuando los jugadores se fueron a la ducha seis goles abajo, pero sobre la que hubo dudas por la reacción visitante. «En el segundo tiempo les obligamos a pedir dos tiempos muertos porque remontábamos y no lo tenían claro. Jugamos muy bien y dimos una gran imagen, pero por errores propios no nos llevamos la victoria. Fallamos doce tiros claros y tuvimos 30 pérdidas de balón, además de alguna decisión de los árbitros que nos perjudicó», se lamenta Raúl Caballero.
El entrenador del Escubal ve a su equipo bastante mejor respecto a los primeros encuentros del año, aunque reconoce que ganar fuera de casa es una misión casi imposible. ‘Casi’, porque el calendario ahora se relaja mucho y podría caer la primera victoria foránea, y más ante un rival directo en la lucha por la permanencia. Pase lo que pase, hay que empezar a pensar en asegurar los partidos en La Granadilla para calmar las aguas. «Lo tenemos muy claro: ganando lo que nos queda en casa no tendremos problemas, ocurra lo que ocurra fuera. Antes nos visitaban equipos de la parte fuerte y ahora tendremos rivales más asequibles. Lo peor del calendario ya ha pasado y estamos en la misma situación que en la primera vuelta. Si no ganamos en casa, nos vamos al descenso», añade.
De final en final
En el club ya definen el mes de marzo como mes de la permanencia. Caballero asiente porque es conocedor de que en las próximas cuaro citas podría estar casi sellada. «Al Torrelavega -este sábado, en La Granadilla, 18.00 horas- hay que ganarle sí o sí porque son cuartos por la cola y podríamos meterlos en esa pelea». Además, en esa misma jornada hay un duelo directo entre Novás y Pozoblanco, los dos últimos de la tabla -Toledo está retirado- y perseguidores del Escubal.
En la siguiente jornada, viaje a Galicia ante Teucro. «Complicado, porque ellos van a más, son quintos por la cola y no pueden despistarse». Novás y Pozoblanco tienen difíciles citas ante Barcelona y Adelma. En la siguiente llega a Badajoz Novás, el choque más asequible. Prohibido fallar y más porque Pozoblanco recibe al duro Gijón. Sería matar dos pájaros de un tiro. De ir bien estas tres jornadas, la posterior visita para cerrar el mes ante el potente Adelma sería menos angustiosa.