La gripe tumba a Nadal

hoysport
A Rafa Nadal se le tuerce el gesto cada vez que se encuentra en un torneo con Nikolay Davydenko.

 

 

Sabe que es el único tenista en activo que le supera en enfrenamientos directos y que conoce las maneras para derrotarle tanto con la iniciativa como con el contragolpe. En Doha vivió el peor capítulo de todos, porque el número uno del mundo arrastraba desde el inicio del torneo malestar, fiebre y un debilitamiento a causa de un proceso gripal difícil de solucionar en plena competición.

Así, el duelo de semifinales entre el español y el ruso fue rápido y doloroso: 6-3 y 6-2 en contra del balear. Aunque empezó con un esperanzador primer set con las fuerzas igualadas, poco tardó el ruso en imponer su magnífica derecha y el español en ceder la mitad de sus puntos con su menguante saque. En la segunda manga la situación se hizo insostenible con la primera rotura del servicio y la llamada del español a las asistencias médicas. «No podemos hacer nada ahora», recetaron los asistentes en una conversación que se ha repetido en un torneo en el que Nadal ha sobrevivido con su coraje y cabezonería para compaginar el cuadro de individuales con el de dobles hasta semifinales sin recuperarse de sus décimas de fiebre. Porque saltar a la cancha y doblarse con los brazos apoyados sobre sus rodillas es un gesto de debilidad que suele esconder el balear y que ha repetido demasiado en la pista del desierto de Qatar.

Federer, sí

De este modo, con el cuerpo debilitado y las piernas pesadas solo la capacidad de resistencia mental de Nadal retrasó la anunciada victoria de Davydenko, la cuarta consecutiva sobre el español. Incluso Nadal se permitió salvar dos bolas de partido con 0-5 y evitar encajar el que habría sido el segundo set en blanco en su contra en una semana. Alargó el español hasta una hora y 24 minutos el sufrimiento, pero tuvo que claudicar ante el cuarto cabeza de serie y defensor del título en Doha, quien se las verá este sábado con Roger Federer en la final. El suizo, segundo favorito, se impuso en semifinales al francés Jo-Wilfried Tsonga por 6-3 y 7-6 (7-2).

En definitiva, el desarrollo de la primera semana de competición no ha sido halagüeña para Nadal a diez días de comenzar el Open de Australia. Viajará directamente desde Oriente Medio a los antípodas para aclimatarse al verano del hemisferio sur, pero los numerosos compromisos publicitarios preparados para esta temporada pueden reducir sus prestaciones en Melbourne. Tiempo de antibióticos y reposo antes del primer ‘Grand Slam’ del año, una competición a cinco sets. Al fin y al cabo, el manacorense tendrá que redoblar su capacidad de recuperación para lograr el difícil reto de ganar los cuatro ‘grandes’ del tenis de manera consecutiva.

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